Aquí presento algunas fotos de una de las últimas campanas de los "Verdes" en Alemania que apunta a crear conciencia en la población sobre el problema de la discriminación intercultural - inconciente y cotidiana - que se ejerce con muchos extranjeros que viven en este país.
Foto 1: "Yo pregunto cómo te llamas y tu me preguntas si yo estoy circuncidada"
Esta iniciativa, sin embargo, no debe crear la imagen de que el problema del Racismo y la discriminación etnica y/o cultural es un problema exclusivamente alemán.
La discriminación y el etnocentrismo de diferentes grupos culturales y étnicos ha sido una constante histórica y no constituye para nada un problema exclusivo del "pueblo alemán".
Basta mirar en nuestro propio entorno en América Latina para observar como nosotros tenemos una actitud discriminatoria hacia aquellas personas que tienen razgos étnicos indígenas ("tiene pinta de indio", "se ve como indio", "es un indio") pero que a partir del s. XIX adquirio forma de "clasismo" , en algunso casos un clasismo sutil y blando en otras abiertamente excluyente y duro, pero al fin y al cabo "clasismo" profundamente instalado en el núcleo duro de nuestro sofware mental y que ha alimentado un "racismo estrutural" que a acompanado a América Latina desde los tiempo de su colonia.
En este sentido, aquí en América Latina, tambien deberíamos tomar iniciativas de este mismo tipo para evitar que sigamos discriminando a los hoy llamados "pueblos orginarios" a los cuales, a fuerza de "cristianizarlos", "civilizarlos" e "ilustrarlos" ya no les queda mucho de originario, al ser sistemáticamente excluidos en sus creencias, valores, rituales, idiomas y formas de ver el mundo desde la llegada de los Espanoles al nuevo contiente.
Hoy seguimos segregando a nuestros ciudadanos según el color de la piel, el color del cabello, los ojos, y el origen étnico o el apellido de los padres. Muchos forman las llamadas capas de los pobres y excluidos de las grandes urbes de América Latina (los llamados "indios", "rotos", "mulatos", "negros", "la chusma", "el pueblo") de quienes en vez de habernos avergonzado o eliminado incluso físicamente como ocurrió con muchos grupos étnicos de Latinoamerica, deberíamos habernos sentido orgullosos por su tradición y cultura. En vez de negar y ocultar lo que en último término es parte de nuestro propio "sincretismo cultural" latinoamericano, habría sido mejor asumir nuestra identidad "integrada" por distintas vertientes étnicas.
Foto 2: Puedo servir tragos exóticos y mostrar ritmos "calientes". Pero...puedo educar a vuestros hijos?"
Muy por el contrario y definitivamente alejado del prejuicio general de que los Alemanes son unos "racistas", la verdad es que existen muchos otros pueblos y culturas que ejercen o han ejercidio conductas de una orientación estructuralmente racista.La discriminación y el etnocentrismo de diferentes grupos culturales y étnicos ha sido una constante histórica y no constituye para nada un problema exclusivo del "pueblo alemán".
Foto 3:"- Pero Usted habla muy bien alemán - , no es un cumplido para mí"
Basta mirar en nuestro propio entorno en América Latina para observar como nosotros tenemos una actitud discriminatoria hacia aquellas personas que tienen razgos étnicos indígenas ("tiene pinta de indio", "se ve como indio", "es un indio") pero que a partir del s. XIX adquirio forma de "clasismo" , en algunso casos un clasismo sutil y blando en otras abiertamente excluyente y duro, pero al fin y al cabo "clasismo" profundamente instalado en el núcleo duro de nuestro sofware mental y que ha alimentado un "racismo estrutural" que a acompanado a América Latina desde los tiempo de su colonia.
En este sentido, aquí en América Latina, tambien deberíamos tomar iniciativas de este mismo tipo para evitar que sigamos discriminando a los hoy llamados "pueblos orginarios" a los cuales, a fuerza de "cristianizarlos", "civilizarlos" e "ilustrarlos" ya no les queda mucho de originario, al ser sistemáticamente excluidos en sus creencias, valores, rituales, idiomas y formas de ver el mundo desde la llegada de los Espanoles al nuevo contiente.
Hoy seguimos segregando a nuestros ciudadanos según el color de la piel, el color del cabello, los ojos, y el origen étnico o el apellido de los padres. Muchos forman las llamadas capas de los pobres y excluidos de las grandes urbes de América Latina (los llamados "indios", "rotos", "mulatos", "negros", "la chusma", "el pueblo") de quienes en vez de habernos avergonzado o eliminado incluso físicamente como ocurrió con muchos grupos étnicos de Latinoamerica, deberíamos habernos sentido orgullosos por su tradición y cultura. En vez de negar y ocultar lo que en último término es parte de nuestro propio "sincretismo cultural" latinoamericano, habría sido mejor asumir nuestra identidad "integrada" por distintas vertientes étnicas.
Foto 4: Solamente en un caso de emergencia, nadie me pregunta de dónde vengo en realidad
Hay que aprender de países como Alemania que despues de la experiencia de la guerra ha venido haciendo un proceso sistemático de auto-crítica respecto de su propio pasado histórico e intentando asumir su responsabilidad en la exclusión y eliminación sistemática de millones de personas. Aprendiendo a tratar de ser más tolerante con la diferencia y la alteridad.
El genocidio que en el "caso alemán" fue particularmente chocante por lo "masivo", "racional" y "sistemático" del hecho, lamentablemente no es para nada un hecho aislado en la historia y muy por el contrario no constituye un problema "propiamente alemán". La historia está plagada de violentos exterminios y sistemática destrucción.
En este sentido el fenómeno del "racismo y el etnocentrismo" extremo y aniquilador, no constituye una carácteristica "particular" de un grupo social particular, sino que más bien se presenta como algo "universal" a lo largo de la historia y que es muy común de encontrar en la mayoría de los grupos étnicos y culturales que han sido dominantes y que conforman nuestra loca geográfia planetaria.
Desde este punto de vista, las campanas antidiscriminación, que aquí presentamos, más que ser una tarea prioritaria y exclusiva de Alemania es un buen ejemplo a imitar para crear conciencia de la necesidad de luchar contra la discriminación y el racismo en muchos otros rincones del mundo.
El genocidio que en el "caso alemán" fue particularmente chocante por lo "masivo", "racional" y "sistemático" del hecho, lamentablemente no es para nada un hecho aislado en la historia y muy por el contrario no constituye un problema "propiamente alemán". La historia está plagada de violentos exterminios y sistemática destrucción.
En este sentido el fenómeno del "racismo y el etnocentrismo" extremo y aniquilador, no constituye una carácteristica "particular" de un grupo social particular, sino que más bien se presenta como algo "universal" a lo largo de la historia y que es muy común de encontrar en la mayoría de los grupos étnicos y culturales que han sido dominantes y que conforman nuestra loca geográfia planetaria.
Desde este punto de vista, las campanas antidiscriminación, que aquí presentamos, más que ser una tarea prioritaria y exclusiva de Alemania es un buen ejemplo a imitar para crear conciencia de la necesidad de luchar contra la discriminación y el racismo en muchos otros rincones del mundo.
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